dimarts, 21 de febrer del 2017

Carta de una abuela




Soy una abuela de tantas y me he enterado de que se buscan valientes, chavales, padres, maestros y me pregunto si se buscan abuelas valientes, porque yo soy una de esas abuelas valientes y estoy dispuesta a demostrarlo.
Cuando nació mi nieto llego la alegría a nuestra familia, mi primer nieto, mi muñeco de ojos azules y pelo dorado, desde el momento en que nació , yo diría que nueve meses antes, sus padres ya pensaban como seria su niño, como lo iban a educar, tenían claro que en valores, que intentarían que fuera una buena persona. Nuestro niño creció con mucho amor y respeto, y porque no decirlo, siendo el foco de nuestras alegrías. Era un niño sociable, simpático y feliz que llamaba la atención por su belleza y simpatía, esa belleza que tanta amargura le acarrearía a él y a toda la familia de la forma más cruel e inesperada.
Nuestro niño siguió creciendo, y no es pasión de abuela, cada vez más guapo y simpático así que al cumplir dos añitos, sus padres decidieron enviarlo a la guardería para que pudiera relacionarse con otros niños de su edad y poco a poco adaptarlo a la rutina del colegio que comenzaba el curso siguiente.
Por fin llego el día, ¡¡¡ Nuestro niño ya era un niño mayor de tres “añazos” que va al cole de los mayores !!! .Nunca olvidaremos aquella mañana, entro al colegio contento y feliz pero eso duraría poco, enseguida observamos un cambio radical en su carácter, estaba triste, nervioso, de mal humor, pasaba mucho rato en su cuarto solo, se negaba a comer, nuestro niño alegre y simpático, en poco tiempo se convirtió en alguien que no conocíamos, parecía otro niño. Me ahorrare muchos detalles porque es muy duro recordarlo pero nuestro niño salió un día del colegio tan histérico que ya no pudo callar más tiempo y en un arranque de valentía impropia de un niño de su edad, comenzó a relatar a su madre lo que le estaba pasando en el “cole”.
El día que supimos que mi nieto de tres años (¡¡¡ Por Dios, tres años!!!), estaba sufriendo un acoso en toda regla por parte de un grupo de niños de su edad, la alegría y la felicidad salieron de mi casa. No recuerdo nada tan doloroso como saber la crueldad que habían empleado sus acosadores, estos pequeños delincuentes en potencia, como muestra y para que quien lea esta carta se haga una idea, el motivo del acoso fueron los celos, celos de que sea un niño guapo y con los ojos azules, por lo cual mi nieto llego a odiar tanto el color de sus ojos, que un día lo sorprendí queriéndoselos sacar, si, aunque parezca increíble, sorprendí a mi nieto intentando sacarse los ojos. Fueron días muy dolorosos ya quenecesitó visitar a su pediatra y el servicio de urgencias de un hospital. Comenzó a autolesionarse los ojos y otras partes del cuerpo.
Para nosotros se acabaron los viajes, las cenas… La tristeza, la rabia la impotencia se apoderó de mi familia, cada día esperando a ver qué pasa en una incertidumbre total. Nunca olvidare la sensación de abandono que sentíamos toda la familia al dejar a nuestro niño en el colegio… Realmente lo dejábamos abandonado ya que no confiábamos en que nadie cuidara de él.
Indudablemente, quien mássufrió fue nuestro niño, su abuelo y yo lo oíamos gritar de noche aterrado por las pesadillas y se nos partía el alma cuando oíamos sus pasos corriendo por el pasillo llamando a sus padres buscando consuelo.
Otro detalle que me partía el corazón era ver como nuestro niño, con su capucha tapándose la cabeza, jugaba en el patio del colegio, solo, con su propia sombra. Sinceramente, quise morir, no podía soportar ver a nuestro niño sufrir tanto, al final todo se traduce en sufrimiento, pena, rabia, impotencia y no sécuántas cosas másque yo no había sentido antes y que mi nieto de tres años ya las estaba padeciendo.
Aun siendo todo muy injusto, creo que de las cosas que peor llevamos fue no disfrutar el embarazo de mi hija, la madre de mi nieto que sufrió el acoso, ya que cuando todo estalló, ella estaba esperando a mi segundo nieto… Mi hija tuvo tanto estrés y tanta pena y ansiedad, que casi pierde a su bebe, afortunadamente tenemos otro pequeño en casa sano y fuerte.
Algún día espero recuperar la alegría y el brillo en los ojos que perdí cuando mi familia sufrió tanto, espero superar las secuelas que me dejo el sufrimiento doble que sentí, si, si, doble porque yo como madre sentía el dolor que mi hija estaba sintiendo y como abuela, por mi niño. Espero superar las noches de insomnio y este dolor en el alma que me ha robado la alegría, espero superar el miedo, recuperar la confianza en el sistema y disfrutar plenamente de mis nietos, de mi familia y mi trabajo pero lo que más espero y deseo, es que la gente sea valiente, que hablen, que cuenten, que no miren a otro lado, que si callamos nos convertimos en cómplices, que piensen que es muy triste muy duro e injusto que un niño y su familia sufran tanto, que le den al problema del acoso la importancia que tiene, que trasciende a toda la familia, que deja secuelas de por vida y que de una vez se reconozca el acoso porque el primer paso para solucionar un problema es reconocer que existe.
No pierdo la esperanza de recuperar nuestras vidas, de perder de vista esas miradas provocadoras de la familia de los agresores, me gustaría que las madres de los compañeros de mi nieto fueran más solidarias, que no se escondieran, que la profesora de mi nieto fuera capaz de mostrarle al menos un poco de amabilidad, al igual que hace con sus agresores, en fin, tantas cosas…. Pero realmente sería feliz cuando mi niño dejara de decirme “EN MI CLASE HAY MUCHOS SITIOS DONDE ESCONDERME “
Encarni, una abuela que no quiere ver a su nieto sufrir.

Puedes mandar tu testimonio a 
plataformatavetarragona@gmail.com



dissabte, 18 de febrer del 2017

Carta a mi tutora








Estimada tutora:


Soy la madre de un niño que como ya sabe por su diagnóstico,  tiene Síndrome de Asperger,   por lo q se considera q esta dentro de los Trastornos del Espectro del Autismo o TEA.


Dado que usted  es una experta en educación,  suponía que al enseñar a Javier, mi hijo,  iba a tener en cuenta sus puntos débiles y flaquezas para reforzarlas y apoyarle en sus carencias, mientras que se valdría de sus intereses para ponerle en valor ante su grupo, pero me sorprende que no haya sido así.


Sabiendo que una de sus mayores dificultades reside en la función ejecutiva, es inaceptable que Javier reciba puntos negativos y notas en la agenda refiriéndose à que le ha faltado algún material, no ha comprado la botella para la clase de expresión plástica, o no ha sacado la foto de familia para su trabajo de la mochila, simplemente porque estaba tan tenso por el miedo a fallar ante el grupo, que no ha recordado q estaban allí, dentro de su mochila.


Con lo fácil que hubiera sido que el centro tomara medidas para apoyarle y enseñarle hábitos de trabajo, que serían de gran utilidad  para todos los alumnos, al tiempo que se trabaja la inclusión!!!



Tan sencillo como tener un calendario semanal bien visible junto a la pizarra, en el que indicar los eventos, exámenes y trabajos de la semana para repasarlos al final del día con todos los alumnos. Unas sencillas estrategias como recordatorios, anotaciones, o felicitaciones, para sobrevivir con un déficit de atención que no se cura, pero que con un entrenamiento adecuado, se sobrelleva dignamente.
También habrá días en los que no atiende a ninguna parte de la lección porque simplemente te sus intereses están muy lejos del aula. Podrían amablemente rescatar a Javier y volver a integrarlo al aula utilizando alguno de sus temas de interés, en vez de amenazándole con suspensos y faltas de comportamiento?



Quizás parezca abusivo, pero las luces fluorescentes con sus infinitos saltos pueden agobiar a Javier casi tanto como los gritos de algunos maestros y alumnos. Si mi hijo se tapa los oídos en clase, lo hace porque sus oídos no soportan el nivel de ruido del aula. Eso le puede producir mucha ansiedad y arruinarle el día. También me gustaria que supiera que tanta frustración y ansiedad pueden derivar en una gran pataleta o una llorera por causas aparentemente banales. No lo son !!! Le agradecería encarecidamente que Javier y otros niños con dificultades de hipersensibilidad y autoregulacion, dispusieran de un lugar donde poder descargar toda su emoción y sobrecarga de manera segura.



Idealmente este lugar podría ser un cuarto tranquilo, con posibilidad de escuchar música suave, algún objeto anti estrés que podríamos aportar desde casa y colchoneta para poder descansar unos minutos, llorar o dar puñetazos para recuperarse.A penas unos minutos y alguien a quien confiar sus problemas,  dejarían a estos niños como nuevos.


Además,  cometería menos errores si se leyeran en voz alta todas las preguntas antes de empezar, si las palabras clave estuvieran subrayadas y si el maestro dejara claro que puede ofrecer ayuda al que necesite alguna aclaración.
Todas estas cosas no suponen un problema para otros alumnos, pero para un niño con Necesidades Especiales de Aprendizaje, pueden significar la diferencia entre un suspenso y un sobresaliente, por eso, un relativo esfuerzo para el maestro puede redundar en el bien de muchos alumnos y de todo el grupo.
 Pero lo peor y más doloroso de todo es la parte emocional. Javier aguanta insultos, burlas, desprecios y usted, señora tutora, mira a otro lado y hace como que no los ve. Usted acusa a mi hijo de tener comportamientos inadecuados que llaman la atención de los niños y provocar su burla. Cuando usted debería  saber muy bien que las esterotipias son una manera de aliviar tensión sensorial y/o emocional, que son igual de respetables que jugar con el pelo o repiquetear con los dedos en la mesa, pero usted no ha sabido transmitirlo al grupo y ahora no sólo permite que se rían de sus esterotipias, sino que encima culpa a mi hijo de la ansiedad que sufre y el acoso que padece al ponerle en evidencia ante todos cuando más intensamente intenta autoregularse y no fallar.


Un acoso permitido por no saber focalizar la atención en los puntos fuertes de estos niños, que suelen ser muchos,  pero la vista solo quiere que veamos lo negativo. Y por no saber observar las situaciones sociales de abuso, burla y engaño en que se ve envuelto con frecuencia para acabar cargando con la culpa del niño abusón porque Javier no es hábil defendiendose y prefiere acatar la culpa, antes que ver sufrir a los demás.
Mi hijo es un ejemplo a seguir en modales (dicho por su tutor en 3°) tiene un cerebro prodigioso (dicho por su tutor de 1° y 2°) y es un ejemplo de bondad (dicho por su tutora de 4°) y finalmente, es un ejemplo de resiliencia y generosidad (amor de madre) además de ser extremadamente trabajador y deseoso de colaborar y acompañar a sus compañeros.



Y del profesorado q lo niega, y del que lo ve, pero calla,  otro tanto de lo mismo.Como recientemente he leído en Facebook :  "El mundo está del revés.  Los buenos tienen que ir al psicólogo para soportar lo que les hacen los malos"

Y no puedo estar más de acuerdo.


Curiosamente, en la familia estamos deseando saber que deberes tiene que hacer para acompañarle y motivarle incluso el día en el que el esfuerzo social e intelectual le deja agotado y que, además,  ha sufrido desaires de compañeros, incomprensión de sus maestros y añadir que le tocaba sesión de terapia à media hora de viaje desde casa, y que el trabajo en las sesiones de terapia puede ser muy duro!
Es curioso que mostrando dificultad para mirar a los ojos a las demás personas, rasgo muy típico entre las personas con TEA, aun haya maestros que piensen que les está ignorando y que no presta atención en clase. Lo peor es que ni siquiera se cercioran de si esta atendiendo o no, o si resulta que esa parte de la lección a la que no atiende, resulta que la conoce desde que tenia 4 años y es casi un experto en ese tema.



Curioso que siendo una discapacidad, se le llame la discapacidad invisible al Síndrome de Asperger y se le exija tanto como a los demás en cuanto a prestar atención y mantenerse quieto en su asiento. Seguro que a un ciego no le exigirán discriminar los colores o a una persona con diversidad de movilidad, no le pondrían en el trance de bajar la escalinata del colegio sin silla de ruedas, ni muletas, pero a muchos de nuestros hijos sí se les penaliza por no mantener la mirada, ser incapaces de estar tranquilos y olvidar algún material.



Por todo esto,  le agradecería que tuviera a bien repetir y anotar al final de la clase los deberes del día en una de las esquinas de la pizarra,  preferiblemente la misma todos los días,  y que se realizara un trabajo de apoyo en parejas o equipos de reforzar entre alumnos la anotación de los trabajos en la agenda, para q aquellos alumnos más fuertes apoyen a otros más flojos en este aspecto.

Incluso se podría preparar la programación diaria para mi hijo, en un marca páginas o una tarjeta o hasta pegada en su mesa, para no perder el hilo de las actividades y evitar sobresaltos. Y no piense que es un lujo inalcanzable. En el colegio del primo de Javier, su tutor de lo hace a los alumnos con TDAH y otras necesidades parecidas.

En cuanto a la gestión del aula, me gustaría recordarle que la hipersensibilidad es una característica muy común entre las personas con TEA.
Afortunadamente,  Javier a nivel académico presenta pocas dificultades, por lo que no ha sido necesario realizar grandes adaptaciones a su currículo, de momento, aunque empezar a escribir ante un folio en blanco es para el una tortura y conseguir repasar las tareas, es otro hito que aun no ha logrado alcanzar.



Así pues, seria loable y de agradecer que le ofrecieran un poco de tiempo extra en los exámenes en los que se atasque, que tengan a bien hacer preguntas de una en una,  sin complejos subapartados o complicadas secciones q pueden confundirle o llevare a ceer q al responder la primera parte, ya  ha terminado todo el ejercicio.

Puede ser que al leer la pregunta haya algo que le haga dudar y le pueda retener así durante todo el tiempo de examen. Por favor, asegúrese de que mi hijo va avanzando y ayudenle con los pequeños obstáculos como una letra mal impresa, un malentendido en el enunciado, etc.

El tema de los intereses restringidos puede ser útil para trabajos de clase y para mejorar su autoestima y su inclusión en el grupo, aunque también puede necesitar cierta regulación.  Se puede proponer q se hablará de su tema favorito al final de la clase, si se realizan todas las actividades programadas, o q puede escribir o preparar una presentación sobre ello, si obtiene cierta nota  o mejora cierto comportamiento.
El centro no observa los espacios como patios, pasillos y duchas o baños y es ahí donde afloran las formas de bullying más agresivas: lejos de la vigilancia de los adultos, permitiendo a los niños liberar sus instintos más viles y torturar a víctimas tan vulnerables como prácticamente el 100%de los alumnos con Asperger y alrededor del 60% de los alumnos con TEA (a más afectación,  más apoyo cercano y menos probabilidad de acoso)



Y por otro lado, no saber crear un ambiente de cohesión y empatía en el aula poniendo en valor cualidades de todos los alumnos y comprendiendo y apoyando a todos con sus dificultades.


Seguro que entre sus compañeros de clase hay otros que tienes mejores notas y son más populares, pero para mi, son testigos que permiten y comparten el acoso que sufre mi hijo y todo, su valor humano, se esfuma desde el momento en que no deciden dar un paso en su defensa, denunciar lo que han visto, y apoyarle mínimamente. 

divendres, 17 de febrer del 2017

Más que acoso, ningún niño debería pasar por esto






Este correo que ha llegado al buzón es espeluznante, cualquier persona que tenga corazón y lea esto sentirá como se le hiela la sangre, ningún niño del mundo merece pasar por este calvario.

"Recuerdo mi infancia con mucha tristeza, soledad, tenia 1 amiga: mi hermana.
Cuando habían salidas siempre iba sola, nadie de la clase quería venir conmigo, me decían gorda, fea, culo gordo...
Habia dos grupos en clase: listas y tontas (segun el profesor) yo era según él, de las tontas.
Cúando le pedía una goma a una compañera, me decían que estaba molestando, el profesor me castigaba, me hacía salir delante de los compañeros y me pegaba con la palmeta en la mano, era casi a diario, a la mínima los compañeros me acusaban de que molestaba, y yo, me callaba, ni se lo decia a mi madre.

Nunca entendí porque lo hacían, yo apenas hablaba con nadie, era muy introvertida, me llamaban vivas la muerta porque no decía nada.
Siempre malas notas, no tenia fuerzas para esto, tenía bastantes problemas en casa.
Sufrí maltrato por mi padre, la palabra mas bonita que me decia era puta, nunca me dió un beso de padre a hija, ni cariño, nada...
Sentia pánico escuchar la llave en la cerradura, cuando venia, me escondía debajo de la cama, gritaba e insultaba a mi madre, esto era a diario. 

Yo tendría unos 12 años, cuando una noche estando yo dormida se metió en mi cama, empezó a tocarme, me decia que no dijese nada o me pegaba. Esto lo hacia a menudo, y yo no decia nada a mi madre.
Tenia que escuchar como insultaba a mi madre a diario, hasta que una vez empeze a insultar yo a mi padre, me puse en medio de la discusión, mi madre se llevó un puñetazo que iba dirigido a mí por ponerse delante. Además mi madre me reñía a mí, me decía que calláse, pero a la minima yo contestaba y mas de un tortazo me he llevado. Mi madre me seguia riñendo, yo no le hacia caso, ella no quería que dijese nada de lo que pasaba en casa a nadie, en eso me callaba, pero con mi padre no me callaba.

Mi padre seguia viniendo a mi habitación, eso no me atrevia a contarlo, hasta que empezo a intentarlo con mi hermana, ella no se calló, se lo contó a mi madre, mi madre no daba crédito a lo que le contó, y después le expliqué yo también.

Mis padres se separaron, yo tenia 20 años, se acabó la pesadilla, empeze a vivir. Nunca contaba nada de lo que pasaba en casa, estaba prohibido.
Esto me hizo crecer con miedo, inseguridad, a ser desconfiada,  a encerrarme en mi mundo. 
Esto es un resumen, contaria más y más...es multiplicar hechos por mil."

Envíado por testimonio anónimo. Puedes mandar tu testimonio a buzón de testimonios

dissabte, 11 de febrer del 2017

Risueña, alegre y sonriente. Testimonio de acoso y abuso.

Un caso flagrante de maltrato institucional, y intereses ocultos. Lo triste del caso, es que no es el único.  Vergonzoso!



Nuestro caso empieza cuando Laura entró en infantil.

Laura era una niña muy gordita y risueña, alegre y sonriente, tenía que tener cuidado con ella porque se iba a hablar con cualquiera sin ni siquiera conocerlo.
Cuando entro en infantil la mayoría de los días venia triste, porque los compañeros de clase no querían jugar con ella porque estaba gorda. Tuve que ir en dos ocasiones a hablar con la profesora, incluso con las madres, para que no la dejaran sola, parecía que cambiaba un tiempo y después otra vez igual.
Otro día salió con la boca rebentada, porqué un compañero de clase le pegó con la chaqueta y le dio con la cremallera se lo dije a la profesora y a su abuela,  a lo que la profesora me dijo, que ya lo había castigado y su abuela se río, así me fui dando cuenta que nadie la invitaba a los cumpleaños, cuando ella siempre invitaba a todos, pero solo venían siempre las dos mismas niñas.

 Un día me contó q dos niños la metieron en el baño y le bajaron las bragas para tocarle sus partes, fui a hablar con la profesora ya que era preocupante porque eran niños de 4 o 5 años, y les dije que si eso lo hacían con esa edad que harían mas mayores. 
Cada vez q ocurría algo se lo comentaba a la profesora. Llego a segundo y repitió y la cambiaron de clase. 

En esa clase era mas de lo mismo, empezaron a faltarle materiales, por lo cual castigaban a mi hija diciendo q era desordenada y no se ocupaba de sus cosas, cada vez que la insultaban o pegaban, y ella me lo contaba hablábamos con jefe de estudios o profesora y siempre decían lo mismo, que no volvería a pasar (yo ahí aun no me daba cuenta de lo que pasaba realmente) es verdad que no veía normal tantos dolores de cabeza y de barriga y tantas noches sin dormir, a lo que faltaba mucho a clase, y ellos solo se centraban solo en q la niña faltaba mucho y iba muy atrasada...Yo sabia q algo no iba bien, pero nunca me esperaba algo así.
Una noche Laura de madrugada me dice que no se encuentra bien, yo le preguntó insistentemente, pero no me dice nada,al rato empieza a llorar sin parar y me confiesa todo lo que le pasa en el colegio y que ya no puede más, que por favor no la vuelva a llevar.

Me cuenta que se pasa los recreos sola, que la humillan,la insultan,le pegan patadas,empujones,hacen comentarios sobre ella y se ríen,cada vez q llega a clase hacen comentarios tipo:ya esta aquí la gorda que asco vete de aquí bicho,pestosa,piojosa,das asco...cada vez que quería juntarse con compañeras de clase salían corriendo para evitarla y mi hija corría detrás llorando. 
Un día un niño la insulto y ella le respondio este niño la empujo al suelo y la pateó por todo el cuerpo hasta dejarla sin respiración. En el patio ningún profesor,cuando consiguió levantarse fue a decírselo al conserje y le dijo que se lo dijera a su profesora, pero como estaban en la sala de profesores no la dejó subir, y nadie hizo nada.

Cuando me confesó todo la dejé esa semana entera en casa hasta que me dan una tutoría al lunes siguiente su profesora y directora, les comentó lo que la niña me cuenta y como se sienta y la primera respuesta de la directora fue: "si no estas contenta cambiala de colegio" yo le dije que mi hija no tenia porqué cambiarse, que ella no había hecho nada, y que solo hacia falta personas competentes que supieran actuar.

Cuando les recuerdo el día que la patearon en el patio su profesora me dijo: "pero eso fue hace tiempo" mi respuesta fue: "que mas da cuando fuera si es que nadie hicisteis nada, y lo sabíais como todo lo que se os ha ido comunicando" me dicen que estarán pendientes, me voy tranquila confiando en ellas. Pero la cosa seguía igual...insultos, aislamiento,agresiones etc.. Viendo que no hacen nada, voy a la pediatra, que no sabia cómo actuar en un caso así, cual es mi sorpresa que días después me llega una carta de servicios sociales para citarme por absentismo de mi hija .voy hablo con ellos, y les explico lo que esta pasando en el colegio, y me dicen que no sabían nada que el colegio solo les había comunicado el absentismo. Me dice que me va derivar al equipo de familia de servicios sociales, para que me intenten ayudar. 

La ve la psicóloga y me dice que es verdad que la ve muy dañada. Pasan los días y viendo lo que el colegio a hecho y como a mi hija la siguen insultando y agrediendo, me voy a comisaría y pongo una denuncia de lo que esta sucediendo
.Hay una ocasión que la recojo del cole y le acaban de pegar, esperó al jefe de estudios en la puerta y me dice que son cosas de niños que no vayamos a exagerar ya todo.

Mi hija me llega a decir que porque todo el mundo le tiene asco, si es un ser humano como ellos...
Desesperada,  viendo que servicios sociales no se centraban en el acoso, y hacían comentarios tipo: quizás el problema este en casa,al no estar trabajando también eso puede contribuir a que le pase esto en el Cole digo: ¿Osea que por ser pobre, merece que la peguen e insulten?? Viendo que mi hija esta cada vez peor hasta el punto de intentar lanzarse por el balcón de casa para quitarse la vida, hago lo imposible para que me la vea la psicologa de seguridad social,esta al saber que nos estaba viendo la psicóloga de servicios sociales la llama, y entre ellas acuerdan que no la van a ver dos, y que a seguira viendo la de servicios sociales.

Así me lo hicieron dos veces y yo desesperada porque nadie nos ayudaba, y un día con un ataque de ansiedad cogió un cuchillo diciendo que se mataba. 
Mientras tanto en el colegio todo igual negaban ningún tipo de acoso, y decían que eran cosas de niños y se centraban más, en que mi hija no estudiaba, y en q iba muy atrasada.

Llegué a tal punto de desesperacion que buscando ayuda hize un grupo de facebook, donde conocí gente que me apoyaba y me hicieron lo de la recogida de firmas online "change.org" recojo mas de 1.000 firma, y con todo lo que tenia:denuncia, escritos hacia el colegio etc... Me voy a inspección de educación, creyendo que allí si me ayudarían. Mi sorpresa fue cúando en aquel despacho me intentaron intimidar diciendo que la directora me había denunciado ,que me andará con ojo con el grupo que había hecho en facebook utilizando el nombre de mi hija para beneficiarme porque iba a investigar y como fuera cierto me iba a meter en un lío muy gordo igual que lo del absentismo, pudiendo perder a mi hija.

Me fui a casa hundida. Llegue a reunirme con la orientadora la cual me dijo que me anduviera con ojo, que los padres de los acosadores se podrían volver contra mí, y denunciarme yo le dije, que no tenia nada que perder que estaba muy tranquila porque iba con la verdad por delante, y haría lo que fuera por proteger a mi hija. Me llama un Guardia Civil de un pueblo cercano, para intentar ayudarme y me acompaña a comisaría allí hablamos con el jefe de la científica y me dice que no se me ocurra sacar esto a los medios, ya que perjudicaría aún más a mi hija. Me dice que va ir al colegio a tomar declaración.

Se activó supuestamente el protocolo de acoso escolar, cosa que de nada sirvió, ya que mi hija seguía igual en el colegio. Se citó conmigo el representante de padres del consejo escolar, para decirme que la directora en la reunión dijo que ella y policía científica habían dejado lo de mi hija en algo sin importancia. Seguí mi lucha y escuchando comentarios de otras madres tipo: "la madre esta loca es todo inventado" me llegue a citar con mucha gente buscando ayuda, todo parecía que se calmó un poco hasta que volvió septiembre, y primer día de clase, y al llegar a la fila empezaron a echarle llamándola bicho fuera de aquí. Me pidio llorando y por favor una vez mas que no la llevará mas al colegio, fue los tres primeros días y la dejé de llevar porque mi hija le confesó a alguien sus pensamientos suicidas. Busque una psicóloga de pago que la estuvo tratando casi los dos meses que no asistió a clase. 

Con sus informes, la nueva inspectora me dijo que las faltas estaban justificadas pero no fue as,í ya que servicios sociales me citaron de nuevo, para decirme que no les quedaba otra que meter mi caso a fiscalía de menores por absentismo. Me reúno con la nueva inspectora,jefe de estudios y directora, allí siguen negando ningún tipo de acoso y dicen que lo que mi hija tiene es problemas de autoestima, yo les digo que claro que lo tiene, pero por los años que lleva sufriendo acoso, y ellos siguen negando inclusive la directora llegando a mirar al jefe de estudios, en dos ocasiones riéndose, diciendo que yo no dejo a mi hija relacionarse, porque voy todos los recreos a verla cosa que es mentira y que no voy nunca,y el jefe de estudios llega a decir q mi hija huele muy raro como a humedad, y que deberia perder peso porque a la larga le traerá problemas de salud. Solo intentan dar la vuelta a todo.

Ahora la ven la usmij pero aunque es cierto que en el colegio esta la cosa mas tranquila las secuelas están ahí y hace unos días mi hija le confesó a dos compañeras que estaba harta de vivir y que quería quitarse la vida,el jefe de estudios nos lo comunicó y la llevamos de urgencias al hospital mas cercano a que la viera una psiquiatra que en principio la quería dejar ingresada. Vivo con el corazón en un puño constantemente temiendo por su vida,con ataques de ansiedad a diario,sin poder dormir, ha afectado totalmente a la familia,cada vez que se va a su cuarto corro con pánico temiendo encontrarme la ventana abierta y su habitación vacía. esto es lo mas duro para una madre.

Puedes enviar tu testimonio a buzón de testimonios

dijous, 9 de febrer del 2017

El corazón de una luchadora


Desgarradora carta, reflexión y sentimientos de una madre coraje, en una situación muy díficil, que ha llegado al nuestro buzón de testimonios.



¿Que hacer ,cuando tienes el corazon roto en mil pedazos?que se puede hacer cuando convives con alguien que no te quiere y al que tu tampoco quieres.... 
 Cúando todo te duele tanto ,que solo te queda una salida,pero esa salida es de cobardes o de valientes  según mire.  Pero que solo tienes,ese pensamiento,pero que tienes que lavarte la cara para que no se te note que has llorado,y salir con una sonrisa aun sin tener ganas .Para que la gente no note, que tienes el alma rota en mil pedazos. 

Cúando tienes alguien que te quiere sin condicion solo porque eres su mama ,pero que ni tan si quiera eso te alivia ,y que cada dia que te levantas lo ves mas negro que el dia anterior,que sigues para delante sin saber porqué, ni para qué.
 Cúando tienes una vida que no es la que soñabas ,que cada dia se hace mas dificil seguir ,y piensas para qué...

Y te levantas de la cama sin ganas de nada, y haces un sobre esfuerzo para  que el dia acabe lo antes posible. Cúando la soledad que sientes es tan grande, que hay un abismo,pero que cada dia es igual que el otro,que no ocurre nada nunca especial en la vida de mierda que llevas ,que todo lo que te rodea no te llena...

Al contrario te aburre tanta ,soledad ,y piensas ¿para qué tanto dolor? ,sin saber que hacer para que tu alma rota en mil pedazos no se sigua rompiendo ,mirar a tu alrrededor y piensas, "en mi pasado tuve que hacer algo muy malo para tener esta vida, que yo no quisiera tener" y, que por mi mala cabeza es lo tengo ,por querer tener algo ,no tengo lo principal,  cariño de las personas que me rodean solo la del ser que un dia di la vida ,que es lo mejor que tengo y lo que mas quiero ,y que daria mi vida por ello  pero que aun sintiendo tanto dolor como siento que no es físico ,si no del alma tengo que seguir para delante por mi unica razon de ser mi hij@  GRACIAS 

Anónimo

Puedes mandar tus testimonios a plataformatavetarragona@gmail.com

dimecres, 8 de febrer del 2017

Carta de un niño víctima del acoso




Esta es la carta que Erick leyó a sus compañeros de clase, escrita por él;

 "Durante el tiempo que estuve en el hospital clínico, vi muchos casos, cada uno diferente, pero no tanto como lo parecía. La mayoría eran alimentárias, entre ellas, anoréxia, bulímia, etc. También había gente por autolesiones, intento de suicidio, mala conducta, casos de violéncia... pero todos los que estábamos allí, teníamos ansiedad y depresión.
 Allí teníamos un horario y unas normas estrictas. El horario era bastante fácil. Nos levantábamos a las 8, hacíamos la cama, nos duchábamos, nos poníamos el pijama del hospital y, desayunábamos a las 9. Después teníamos media hora de reposo, sin hacer nada. Hacíamos estudio, taller, juegos e incluso relajación. Comíamos i volvíamos a no hacer nada durante media hora. Y casi de la misma manera durante todo el día.

Las normas consistían en:
 - No se pueden llevar pulseras, rotuladores, ropa de calle, libretas con anillas, bolis de tinta de gel, etc., etc. 
- No se pueden utilizar móviles (mejor dicho, no se pueden ni llevar)
-Para comer te tenías que recoger el pelo con una cola y quitarte los calcetines (Esto era por parte de las alimentárias, ya que algunas se escondían comida, pero se aplicaba para todos)
- Normas en el orden de comer (Se podía empezar por la ensalada, por el pan o por el primer plato. La fruta era lo último en comer...). 
- Los lavabos y las taquillas se abrían dentro de unos horarios: antes de cada comida, por la mañana al despertarte o al irte a dormir.
- Los bolis, colores, hojas... estaban dentro de la taquilla de la sala, la nº 6. 
- Los MP3's (que no podían llevar pantallas grandes), se guardaban durante casi todo el día (menos la hora de tiempo libre) en la taquilla 2. 

Lo peor, quizás, era que el primer día que ingresabas, sólo tenías 5 minutos (lo justo para despedirte) con tus padres, los demás días sólo tenías 2 horas para recibir visitas; eran como un premio y, si avanzabas, te daban más tiempo y podías salir, primero por el pasillo, después por el hospital y, finalmente en la calle. Resumiendo, no teníamos casi NADA. Igualmente, se hacía duro ver como algunos lloraban después de comer o cada 10 minutos. Un caso que vi, fue muy duro. Aquella chica (que se llamaba Paula y le gustaba el rap y el reggie), estaba allí por varias cosas, entre ellas depresión, ansiedad e intento de suicidio (se entiende, también, por autolesiones). Me explicó que su padre y el ex-novio la maltrataban, incluso me enseñó los morados. Le dije que yo no habría aguantado en su situación, ella me respondió con un "Pues anda que tú, con lo mal que lo has pasado... yo tampoco habría aguantado en la tuya."
 Otro caso que conocí muy personalmente, fue el de Núria, fue mi mejor amiga. Teníamos gustos parecidos y éramos bastante "iguales" de carácter. Estaba allí por anoréxia, depresión y ansiedad. Hicimos mucha amistad, hasta estamos escribiendo un Creepypasta. 

Lo último que me dijo antes de que le dieran el alta (y repitió después en el Pans), fue: "Tú me has salvado, has hecho que no recaiga, porque, sinceramente, antes de venir tú, estaba volviendo a recaer". Eso me dio fuerza y me hizo pensar que, si alguien como yo la había ayudado a salir, aquello que ella me dijo, podía ayudarme a salir adelante.

 Durante aquellos días había recuperado 2kg de más y se pudo ir a casa. Me prometió que me vendría a ver como visita. Lo hizo. "Las promesas son deuda", dijo cuando la vi, esperando con mis padres a que yo saliera. Fue el segundo día que podía salir las 2 horas a la calle. No pude acabarme la cena porque me comí un bocata en el Pans. Loli, una que vino un día después que yo, la encontraba siempre llorando o leyendo sola en una silla. Un día, vi a Nuri hablando con Loli y me acerqué a ellas, acabamos haciendo mucha amistad.

 Me enteré de que le ENCANTABA One Direction y le tuve que hacer varios dibujos (como a Núria), pero aunque éramos bastante diferentes en gustos, era tolerante y buena persona, al igual que Amor, Irene, Carla y otros compañeros. Hicimos un grupo con las nuevas compañeras que habían llegado (como en Pulseres Vermelles). El día que vinieron las nuevas (Amor, Irene C y Paula), a la hora de reposo, hicimos un círculo en la pequeña sala y, cada uno explicaba por qué estaba allí, en el clínico. Erick también se puso con todos. "Estoy aquí por ansiedad, depresión, intento de suicidio, autolesiones y transtorno de género.", empezó. 

Casi nadie sabía lo que era lo último que había dicho, así que lo explicó: "Es cuando una persona de cualquier género, se siente del contrario, por ejemplo, una chica que se siente como un chico. Y, eso, no tiene nada que ver con la sexualidad". No me acuerdo quién, le preguntó: "¿Te sientes a gusto con tu cuerpo?" Explicó que no, de ninguna manera, decía que era "como un tipo de anoréxia, pero en vez de verte "gordo", te veías diferente, como si no fueras tú." "Yo no soy así", decía mientras se señalaba a su cuerpo. "Yo soy diferente". Todo eso lo explicaba porque nosotros no veíamos a un chico, veíamos a una chica. Dijo, que allí, le habían dado la oportunidad de ser él mismo por primera vez, por fin podía ser un chico. 
Erick y yo, la persona que está escribiendo esto, no éramos tan diferentes, yo también estaba allí por "ansiedad, depresión, autolesiones, intento de suicidio y transtorno de género." Entonces, ¿sabéis una cosa? La persona que se puso en el círculo y que todos, al principio, veían como una chica, era yo. Somos la misma persona, por eso he hecho esta carta, para explicar cómo me siento y que pueda ser yo mismo, delante de todos vosotros."

Historia de Erick





May siempre fue una niña tímida, pero con muy buenos sentimientos y buenos valores, amiga de sus pocos amigos y con una personalidad muy marcada.
 Cuando tenía unos 10 años nos explicó por carta que se sentía rara, como que no encajaba en su cuerpo, pero pensamos que era por su sexualidad. En casa siempre hemos hablado abiertamente de cualquier tema, incluso la sexualidad, le habíamos explicado que nos daba igual si era lesbiana, es algo que realmente no nos preocupaba.

Vivíamos en Barcelona y por trabajo nos fuimos a Tarragona, el cambio de colegio no fue bueno precisamente para ella. Como ya he dicho tenía una personalidad muy suya, aunque tímida, le gustaba vestir a su estilo, (punk) y no lo cambiaba por que el resto fuese diferente. He de reconocer que iba a días, lo mismo iba así que se vestía más "pija", vamos que iba como quería, dentro de que fuese bien, no le prohibimos que lo haría, cada uno somos como somos, y nos gusta que pueda ir como le apetezca. Así que cuando entró en el cole de un pueblo, no sé si por desconocimiento o simplemente porque era la nueva, la empezaron a llamar "GOTICA" (entonces llevaba una mechas rojas en el pelo, eso tampoco ayudó mucho...).

 Ella enseguida nos lo contaba todo, que no había caído bien, que la insultaban, por el pelo, por la forma de vestir, por los collares de "pinchos" punks que le encantaba ponerse. Sinceramente creo que no habría servido de nada que habría cambiado de forma de vestir... ya que cuando iba con sus tejanos y una camiseta "normal", la seguían insultando.
 Si de algo me arrepiento a diario, es de no haberla escuchado bien, de no haber sabido ayudarle esos cuatro años de Acoso escolar. Si, porque aquello fue acoso. Hoy lo sé, pero entonces cuando llegaba llorando porque le habían llamado "hámster, gótica, que llevas el collar de mi perro..." Incluso un día le tiraron piedras a la hora del patio. Nuestras respuestas cada día eran las mismas, hazte fuerte, contéstales, no les hagas caso... vamos que en fondo ella solo sentía que nadie hacía nada por ella y cada vez se hundía más y más en su ansiedad y su depresión. 

Y nosotros que hicimos? Ir a hablar con su tutor y llevarla a psicólogo. Su tutor habló con el grupo de chicos que le tiraron las piedras pero eso no solucionaba los insultos que recibía del resto y que soportaba a diario. Su psicólogo le decía que cambiase, que se vestiría como el resto, que se convertiría en alguien que ella no quería ser, para integrarse. Así que nadie le ayudaba y empezó a autolesionarse (cutting) cosa que cada vez iba a más, hasta convertirse en una adicción que a día de hoy a sus 18 añitos, todavía arrastra, junto con la depresión y la ansiedad...

 En el instituto las cosas empeoraron. Y ella ya no podía ir, había días que no podía levantarse de la cama y hoy con lágrimas en los ojos recuerdo como le llevábamos en brazos hasta el comedor, como le vestíamos y como le dejábamos llorando en el autocar, donde nada más llegar tenía que escuchar a esos supuestos amigos que solo estaban para las fiestas, porque eso si, como nuestras fiestas eres muy buenas y cenaban juntos, salían, poníamos pelis, estaban toda la noche de juegos, ahí sí que venían y May era genial un buena amiga, pero al día siguiente en el autocar, volvía a ser la lesbiana gótica, la rara...así dos cursos más.

 En su tercer curso volvimos a Barcelona. Y a día de hoy me alegro mucho. Se terminaron las malas miradas, los insultos, las vejaciones delante de los compañeros de clase, se terminó la gótica y en general las gilipolleces de niñatos/as que dándose o sin darse cuenta, le amargaban la vida a alguien que lo único que quería era sacarse sus estudios y ser feliz con sus amigas. Aquí May ya nos dijo claramente que no era lesbiana, que lo que le pasaba era que no se sentía a gusto con su cuerpo. Según pasaban los días, pensamos que podría ser transexual, igualmente no había drama ninguno. 

Pero aquí la depresión ya no le dejaba progresar. Estaba, sin que le diéramos importancia, mal, muy muy mal. Eran gritos y peleas diarias para poner un pie en el suelo por las mañanas, llevaba una nube negra todo el día encima, sus ojos sin brillo, su cara no conocía lo que era una sonrisa... y todo para que no podrían acusarnos de absentismo escolar.

 Por suerte su pediatra (que se asustó mucho por los cortes) junto con el tutor y dirección del instituto, hicieron un informe de urgencia que nos sirvió para llevarlo al hospital, donde lo derivaron al Clínic de Barcelona, al departamento de psiquiatría infantil. Allí rompió y soltó todo lo que durante estos años llevaba explicando, pero sin saber muy bien porque no habíamos sabido entender, ni nosotros, ni ella misma. Fuimos dos veces a urgencias, pasábamos el día allí, y de vuelta a casa, pero una mañana cuando se levantó me dijo algo que no podré olvidar. -"Mami, no puedo más... si no me suicido es porque no encuentro el valor suficiente. Veo un camión al volver del insti y quiero tirarme delante, veo la ventana de mi cuarto y quiero abrirla y tirarme, solo quiero desaparecer y que todos podáis ser felices sin mí". Imagináis algo peor? Yo no... Cuando un hijo con 14 años te dice que no quiere seguir viviendo, os aseguro que el mundo se te para, así que nos fundimos en un abrazo y le dije que ya... que nunca más le fallaríamos, que nos tenía de su lado y que jamás le soltaríamos de la mano. 

Al Clínic de nuevo, y esta vez después de dos días ingresado en urgencias, firmó y firmamos su propio ingreso en psiquiatría. Planta 4ª escalera 11. Ese era nuestro destino cada día de 4 a 6 de la tarde. Después una horita más, y gracias a su mejoría podíamos verlo caminar por el pasillo. A la semana podía bajar a la calle y sorprendentemente a los 15 días más o menos, salimos del clínic con ERICK!! Si, si, … he dicho Erick. 

Resulta que entró mi hija May y salió mi hijo Erick. Ya que por fin liberó lo que le pasaba además del acoso. Es Gender Fluid (Genero Fluido) vamos que se siente de los dos géneros, masculino y femenino, pero el masculino es el "dominante". De aquí, pobrecito, ha pasado por hospital de día, estudiar en casa y Mapa ( UEC ). Una cosa muy bonita que pasó en su insti, que no quiero dejar sin mencionar, es que al salir del Clínic, él necesitaba explicar a sus compañeros lo que le había y le estaba pasando, su cambio de May a Erick. Aprovechó una tutoría para leer una carta que os dejaré por aquí, escrita por él mismo. Ni que decir tiene que todo salió genial! Así que esta es muy resumida la historia de mi hijo Erick, nuestro héroe, porque si es capaz de ir superando esto, será capaz de comerse el mundo!!!

 Firmado: Magda y Kike