dimecres, 8 de febrer del 2017

Carta de un niño víctima del acoso




Esta es la carta que Erick leyó a sus compañeros de clase, escrita por él;

 "Durante el tiempo que estuve en el hospital clínico, vi muchos casos, cada uno diferente, pero no tanto como lo parecía. La mayoría eran alimentárias, entre ellas, anoréxia, bulímia, etc. También había gente por autolesiones, intento de suicidio, mala conducta, casos de violéncia... pero todos los que estábamos allí, teníamos ansiedad y depresión.
 Allí teníamos un horario y unas normas estrictas. El horario era bastante fácil. Nos levantábamos a las 8, hacíamos la cama, nos duchábamos, nos poníamos el pijama del hospital y, desayunábamos a las 9. Después teníamos media hora de reposo, sin hacer nada. Hacíamos estudio, taller, juegos e incluso relajación. Comíamos i volvíamos a no hacer nada durante media hora. Y casi de la misma manera durante todo el día.

Las normas consistían en:
 - No se pueden llevar pulseras, rotuladores, ropa de calle, libretas con anillas, bolis de tinta de gel, etc., etc. 
- No se pueden utilizar móviles (mejor dicho, no se pueden ni llevar)
-Para comer te tenías que recoger el pelo con una cola y quitarte los calcetines (Esto era por parte de las alimentárias, ya que algunas se escondían comida, pero se aplicaba para todos)
- Normas en el orden de comer (Se podía empezar por la ensalada, por el pan o por el primer plato. La fruta era lo último en comer...). 
- Los lavabos y las taquillas se abrían dentro de unos horarios: antes de cada comida, por la mañana al despertarte o al irte a dormir.
- Los bolis, colores, hojas... estaban dentro de la taquilla de la sala, la nº 6. 
- Los MP3's (que no podían llevar pantallas grandes), se guardaban durante casi todo el día (menos la hora de tiempo libre) en la taquilla 2. 

Lo peor, quizás, era que el primer día que ingresabas, sólo tenías 5 minutos (lo justo para despedirte) con tus padres, los demás días sólo tenías 2 horas para recibir visitas; eran como un premio y, si avanzabas, te daban más tiempo y podías salir, primero por el pasillo, después por el hospital y, finalmente en la calle. Resumiendo, no teníamos casi NADA. Igualmente, se hacía duro ver como algunos lloraban después de comer o cada 10 minutos. Un caso que vi, fue muy duro. Aquella chica (que se llamaba Paula y le gustaba el rap y el reggie), estaba allí por varias cosas, entre ellas depresión, ansiedad e intento de suicidio (se entiende, también, por autolesiones). Me explicó que su padre y el ex-novio la maltrataban, incluso me enseñó los morados. Le dije que yo no habría aguantado en su situación, ella me respondió con un "Pues anda que tú, con lo mal que lo has pasado... yo tampoco habría aguantado en la tuya."
 Otro caso que conocí muy personalmente, fue el de Núria, fue mi mejor amiga. Teníamos gustos parecidos y éramos bastante "iguales" de carácter. Estaba allí por anoréxia, depresión y ansiedad. Hicimos mucha amistad, hasta estamos escribiendo un Creepypasta. 

Lo último que me dijo antes de que le dieran el alta (y repitió después en el Pans), fue: "Tú me has salvado, has hecho que no recaiga, porque, sinceramente, antes de venir tú, estaba volviendo a recaer". Eso me dio fuerza y me hizo pensar que, si alguien como yo la había ayudado a salir, aquello que ella me dijo, podía ayudarme a salir adelante.

 Durante aquellos días había recuperado 2kg de más y se pudo ir a casa. Me prometió que me vendría a ver como visita. Lo hizo. "Las promesas son deuda", dijo cuando la vi, esperando con mis padres a que yo saliera. Fue el segundo día que podía salir las 2 horas a la calle. No pude acabarme la cena porque me comí un bocata en el Pans. Loli, una que vino un día después que yo, la encontraba siempre llorando o leyendo sola en una silla. Un día, vi a Nuri hablando con Loli y me acerqué a ellas, acabamos haciendo mucha amistad.

 Me enteré de que le ENCANTABA One Direction y le tuve que hacer varios dibujos (como a Núria), pero aunque éramos bastante diferentes en gustos, era tolerante y buena persona, al igual que Amor, Irene, Carla y otros compañeros. Hicimos un grupo con las nuevas compañeras que habían llegado (como en Pulseres Vermelles). El día que vinieron las nuevas (Amor, Irene C y Paula), a la hora de reposo, hicimos un círculo en la pequeña sala y, cada uno explicaba por qué estaba allí, en el clínico. Erick también se puso con todos. "Estoy aquí por ansiedad, depresión, intento de suicidio, autolesiones y transtorno de género.", empezó. 

Casi nadie sabía lo que era lo último que había dicho, así que lo explicó: "Es cuando una persona de cualquier género, se siente del contrario, por ejemplo, una chica que se siente como un chico. Y, eso, no tiene nada que ver con la sexualidad". No me acuerdo quién, le preguntó: "¿Te sientes a gusto con tu cuerpo?" Explicó que no, de ninguna manera, decía que era "como un tipo de anoréxia, pero en vez de verte "gordo", te veías diferente, como si no fueras tú." "Yo no soy así", decía mientras se señalaba a su cuerpo. "Yo soy diferente". Todo eso lo explicaba porque nosotros no veíamos a un chico, veíamos a una chica. Dijo, que allí, le habían dado la oportunidad de ser él mismo por primera vez, por fin podía ser un chico. 
Erick y yo, la persona que está escribiendo esto, no éramos tan diferentes, yo también estaba allí por "ansiedad, depresión, autolesiones, intento de suicidio y transtorno de género." Entonces, ¿sabéis una cosa? La persona que se puso en el círculo y que todos, al principio, veían como una chica, era yo. Somos la misma persona, por eso he hecho esta carta, para explicar cómo me siento y que pueda ser yo mismo, delante de todos vosotros."

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Muy guay Raquel!!! ha quedado preciosa presentado, un besazo!!!

Unknown ha dit...

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