dimecres, 8 de febrer del 2017

Historia de Erick





May siempre fue una niña tímida, pero con muy buenos sentimientos y buenos valores, amiga de sus pocos amigos y con una personalidad muy marcada.
 Cuando tenía unos 10 años nos explicó por carta que se sentía rara, como que no encajaba en su cuerpo, pero pensamos que era por su sexualidad. En casa siempre hemos hablado abiertamente de cualquier tema, incluso la sexualidad, le habíamos explicado que nos daba igual si era lesbiana, es algo que realmente no nos preocupaba.

Vivíamos en Barcelona y por trabajo nos fuimos a Tarragona, el cambio de colegio no fue bueno precisamente para ella. Como ya he dicho tenía una personalidad muy suya, aunque tímida, le gustaba vestir a su estilo, (punk) y no lo cambiaba por que el resto fuese diferente. He de reconocer que iba a días, lo mismo iba así que se vestía más "pija", vamos que iba como quería, dentro de que fuese bien, no le prohibimos que lo haría, cada uno somos como somos, y nos gusta que pueda ir como le apetezca. Así que cuando entró en el cole de un pueblo, no sé si por desconocimiento o simplemente porque era la nueva, la empezaron a llamar "GOTICA" (entonces llevaba una mechas rojas en el pelo, eso tampoco ayudó mucho...).

 Ella enseguida nos lo contaba todo, que no había caído bien, que la insultaban, por el pelo, por la forma de vestir, por los collares de "pinchos" punks que le encantaba ponerse. Sinceramente creo que no habría servido de nada que habría cambiado de forma de vestir... ya que cuando iba con sus tejanos y una camiseta "normal", la seguían insultando.
 Si de algo me arrepiento a diario, es de no haberla escuchado bien, de no haber sabido ayudarle esos cuatro años de Acoso escolar. Si, porque aquello fue acoso. Hoy lo sé, pero entonces cuando llegaba llorando porque le habían llamado "hámster, gótica, que llevas el collar de mi perro..." Incluso un día le tiraron piedras a la hora del patio. Nuestras respuestas cada día eran las mismas, hazte fuerte, contéstales, no les hagas caso... vamos que en fondo ella solo sentía que nadie hacía nada por ella y cada vez se hundía más y más en su ansiedad y su depresión. 

Y nosotros que hicimos? Ir a hablar con su tutor y llevarla a psicólogo. Su tutor habló con el grupo de chicos que le tiraron las piedras pero eso no solucionaba los insultos que recibía del resto y que soportaba a diario. Su psicólogo le decía que cambiase, que se vestiría como el resto, que se convertiría en alguien que ella no quería ser, para integrarse. Así que nadie le ayudaba y empezó a autolesionarse (cutting) cosa que cada vez iba a más, hasta convertirse en una adicción que a día de hoy a sus 18 añitos, todavía arrastra, junto con la depresión y la ansiedad...

 En el instituto las cosas empeoraron. Y ella ya no podía ir, había días que no podía levantarse de la cama y hoy con lágrimas en los ojos recuerdo como le llevábamos en brazos hasta el comedor, como le vestíamos y como le dejábamos llorando en el autocar, donde nada más llegar tenía que escuchar a esos supuestos amigos que solo estaban para las fiestas, porque eso si, como nuestras fiestas eres muy buenas y cenaban juntos, salían, poníamos pelis, estaban toda la noche de juegos, ahí sí que venían y May era genial un buena amiga, pero al día siguiente en el autocar, volvía a ser la lesbiana gótica, la rara...así dos cursos más.

 En su tercer curso volvimos a Barcelona. Y a día de hoy me alegro mucho. Se terminaron las malas miradas, los insultos, las vejaciones delante de los compañeros de clase, se terminó la gótica y en general las gilipolleces de niñatos/as que dándose o sin darse cuenta, le amargaban la vida a alguien que lo único que quería era sacarse sus estudios y ser feliz con sus amigas. Aquí May ya nos dijo claramente que no era lesbiana, que lo que le pasaba era que no se sentía a gusto con su cuerpo. Según pasaban los días, pensamos que podría ser transexual, igualmente no había drama ninguno. 

Pero aquí la depresión ya no le dejaba progresar. Estaba, sin que le diéramos importancia, mal, muy muy mal. Eran gritos y peleas diarias para poner un pie en el suelo por las mañanas, llevaba una nube negra todo el día encima, sus ojos sin brillo, su cara no conocía lo que era una sonrisa... y todo para que no podrían acusarnos de absentismo escolar.

 Por suerte su pediatra (que se asustó mucho por los cortes) junto con el tutor y dirección del instituto, hicieron un informe de urgencia que nos sirvió para llevarlo al hospital, donde lo derivaron al Clínic de Barcelona, al departamento de psiquiatría infantil. Allí rompió y soltó todo lo que durante estos años llevaba explicando, pero sin saber muy bien porque no habíamos sabido entender, ni nosotros, ni ella misma. Fuimos dos veces a urgencias, pasábamos el día allí, y de vuelta a casa, pero una mañana cuando se levantó me dijo algo que no podré olvidar. -"Mami, no puedo más... si no me suicido es porque no encuentro el valor suficiente. Veo un camión al volver del insti y quiero tirarme delante, veo la ventana de mi cuarto y quiero abrirla y tirarme, solo quiero desaparecer y que todos podáis ser felices sin mí". Imagináis algo peor? Yo no... Cuando un hijo con 14 años te dice que no quiere seguir viviendo, os aseguro que el mundo se te para, así que nos fundimos en un abrazo y le dije que ya... que nunca más le fallaríamos, que nos tenía de su lado y que jamás le soltaríamos de la mano. 

Al Clínic de nuevo, y esta vez después de dos días ingresado en urgencias, firmó y firmamos su propio ingreso en psiquiatría. Planta 4ª escalera 11. Ese era nuestro destino cada día de 4 a 6 de la tarde. Después una horita más, y gracias a su mejoría podíamos verlo caminar por el pasillo. A la semana podía bajar a la calle y sorprendentemente a los 15 días más o menos, salimos del clínic con ERICK!! Si, si, … he dicho Erick. 

Resulta que entró mi hija May y salió mi hijo Erick. Ya que por fin liberó lo que le pasaba además del acoso. Es Gender Fluid (Genero Fluido) vamos que se siente de los dos géneros, masculino y femenino, pero el masculino es el "dominante". De aquí, pobrecito, ha pasado por hospital de día, estudiar en casa y Mapa ( UEC ). Una cosa muy bonita que pasó en su insti, que no quiero dejar sin mencionar, es que al salir del Clínic, él necesitaba explicar a sus compañeros lo que le había y le estaba pasando, su cambio de May a Erick. Aprovechó una tutoría para leer una carta que os dejaré por aquí, escrita por él mismo. Ni que decir tiene que todo salió genial! Así que esta es muy resumida la historia de mi hijo Erick, nuestro héroe, porque si es capaz de ir superando esto, será capaz de comerse el mundo!!!

 Firmado: Magda y Kike 

1 comentaris:

Anònim ha dit...

Oooo me encanta, no puedo leerlo sin llorar como con su carta. pero bueno, es una parte de su historia. jejej me encanta la presentación Raquel cielo, muuuac

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